El primer beso que me diste me supo a po.
Un caminito nació aquella madrugada
a la galaxia.
Rin, rin
y tu voz
a través de los electrones
tu voz cotiledón.
Por eso te hablé de tegumento y albumen,
quien soñabas en talluelos y radículas.
Mi piel frente a tus vísceras.
Ron, ron
me vino luego tu cabeza azul
lejana como la galaxia.
Aquella madrugada.
Equivocaste el rincón.
Lo equivocabas.
El último beso que te di me supo a men.
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