Me aplico al silencio de lo que vive,
devengo
sueño del Otro, no mío,
me extiendo y así me pierdo como un río,
es el curso
del agua quien escribe.
Pero escribe. Y si duele el sedimento,
la
desembocadura maravilla:
el mar inmenso,
la distante orilla,
todas las
voces se hacen universo.
Hay quien prefiere no decir diciendo,
deshacerse
reafirmando el grito,
el yo, el mío; cada cual es su dueño,
no juzgaremos. Aunque sí advertimos:
no hay
hombre que no llegue a ser camino
de muchos, devenir en otro sueño.
No hay hombre que no llegue a ser camino:
todos lo pueblan, menos uno mismo.
Nenhum comentário:
Postar um comentário